Cortar las uñas parece una tarea fácil y automatizada.
Procedimiento recomendado:
Para bebés:
- – A partir del mes de nacimiento hay que cortar las uñas para evitar que se arañen.
- – Hacerlo después del baño (las uñas están más blanditas) o en los momentos que el bebé se encuentre tranquilo o dormido.
- – Utilizar tijeras de punta redondeada, (también hay cortaúñas especialmente diseñadas con un dispositivo de seguridad que evita pellizcar su piel).
- – Colocar al bebé sentado sobre nuestras piernas, de espalda y apoyado sobre nuestro pecho.
- – Cortar sólo la parte de la uña separada de la piel, que quede libre y siempre con forma cuadrada.
Para los adultos y los niños:
- – Es recomendable antes de cortar las uñas, ponerlas a remojo con agua templada (o hacerlo después de la ducha) para ayudar a que se ablanden y facilitar esta tarea.
- – No limar hacia atrás y adelante, sino siempre de los bordes hacia el centro, en una única dirección para que no se nos abran las capas de las uñas.
- – Nunca debemos limar dándole la forma más allá del borde libre de la uña ya que las hacemos más frágiles, pueden encarnarse, se anchan y se acortan en su crecimiento.
- – En el caso de las manos es preferible limarlas periódicamente a cortarlas cada dos por tres, para mantener una largura y forma adecuada.
- – Si las cortamos, cortar las uñas rectas, sin bordes irregulares ni esquinas.
- Si lo hacemos con tijera con un solo corte y recto.
Cuando usemos el cortaúñas hay que tener en cuenta que si cortamos mucho y nos pasamos límite marcado por la forma natural de la uña, provocamos que en la uña se separen más sus capas del dedo y la uña se ensucia también más. Alteramos la forma de la uña convirtiendo una uña más ancha y corta. Además del peligro de que se nos encarne.