15 de noviembre, debido al Día Europeo de la distonía, desde la Farmacia Mónica Romero Martín vamos a dar visibilidad de dicha enfermedad.
La distonía es un trastorno neurológico que provoca contracciones musculares involuntarias sostenidas, lo que lleva a movimientos repetitivos o posturas anormales del cuerpo.
Estas contracciones pueden afectar a una sola parte del cuerpo (distonía focal), varias áreas (distonía segmentaria) o incluso todo el cuerpo (distonía generalizada).
Los síntomas pueden variar desde leves hasta graves y pueden interferir con actividades cotidianas.
TIPOS DE DISTONÍA
- Focal: Afecta una sola parte del cuerpo, como el cuello (tortícolis), los párpados (blefaroespasmo) o las manos (distonía del escritor).
- Segmentaria: Afecta dos o más partes del cuerpo adyacentes, como la cara y el cuello.
- Generalizada: Afecta múltiples áreas del cuerpo, como las extremidades y el torso.
- Multifocal: Afecta dos o más partes del cuerpo no adyacentes.
- Hemicorporal: Afecta un lado completo del cuerpo.
¿QUÉ PROVOCA LA DISTONÍA?
La distonía puede ser de origen primario, cuando no está asociada con otra enfermedad neurológica, o secundaria, cuando es consecuencia de otra condición, como lesiones cerebrales, trastornos metabólicos o efectos secundarios de medicamentos. También puede ser causada por mutaciones genéticas.
¿QUÉ SÍNTOMAS PRODUCE?
- Movimientos involuntarios repetitivos o espasmos musculares.
- Posturas anormales, como torceduras o giros del cuerpo.
- Rigidez o calambres en los músculos afectados.
- En algunos casos, puede haber dolor debido a las contracciones prolongadas.
¿EXISTE TRATAMIENTO?
Aunque no hay una cura definitiva para la distonía, el tratamiento puede ayudar a minimizar los síntomas. El tratamiento se basa en:
- Medicamentos: Para reducir la actividad muscular anormal o bloquear las señales nerviosas.
- Inyecciones de toxina botulínica (Botox): Relajan temporalmente los músculos afectados.
- Fisioterapia: Mejora el control muscular y alivia la rigidez.
- Estimulación cerebral profunda (DBS): Un procedimiento quirúrgico en casos graves que implica la implantación de electrodos en áreas específicas del cerebro.
¿SE PUEDE PREVENIR?
La prevención de la distonía puede ser complicada, especialmente en los casos en que está vinculada a factores genéticos o causas desconocidas (distonía primaria). Sin embargo, en algunos casos de distonía secundaria, es posible reducir el riesgo adoptando ciertas medidas preventivas.
Algunos consejos para prevenir la distonía secundaria:
1 – Evitar lesiones cerebrales:
- Usar protección en la cabeza: Llevar casco al practicar deportes de alto riesgo o en actividades laborales peligrosas puede reducir el riesgo de lesiones cerebrales traumáticas que pueden provocarla.
- Prevenir accidentes: Tomar medidas de seguridad para evitar accidentes automovilísticos, caídas y golpes en la cabeza.
2 – Controlar el uso de medicamentos:
- Evitar el uso prolongado o abuso de medicamentos neurolépticos o antipsicóticos: Algunos medicamentos, como los que se usan para tratar trastornos psiquiátricos (antipsicóticos), pueden causar distonía como efecto secundario, especialmente si se usan a largo plazo.
- Consultar al médico ante los primeros síntomas: Si se presentan síntomas de movimientos involuntarios o espasmos después de comenzar un tratamiento farmacológico, es importante informar al médico para ajustar la medicación o cambiarla.
3 – Manejo de condiciones de salud:
- Tratar infecciones o enfermedades metabólicas a tiempo: Ciertas infecciones o trastornos metabólicos pueden estar relacionados con su aparición.
- Control de enfermedades neurológicas: En algunos casos, la distonía secundaria puede ser una complicación de otras enfermedades neurológicas como el Parkinson, por lo que el manejo adecuado de estas condiciones puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollarla.
4 – Estilo de vida saludable:
Evitar el uso de drogas recreativas: Algunas drogas ilegales, como las anfetaminas o la cocaína, pueden dañar el sistema nervioso y desencadenarla.