Los medicamentos biológicos son aquellos que están compuestos por sustancias derivadas de organismos vivos, como las proteínas y los ácidos nucleicos.
Estos medicamentos se utilizan en el tratamiento de diversas enfermedades, como el cáncer, enfermedades autoinmunes y enfermedades genéticas, entre otras.
¿Cómo diferenciar un medicamento normal de uno biológico?
Principalmente, los medicamentos biológicos son aquellos que en vez de estar hechos con productos químicos proceden de organismos vivos, como por ejemplo células modificadas.
Los medicamentos biológicos se producen mediante la utilización de técnicas de ingeniería genética y biotecnología. Pueden ser producidos utilizando células animales o bacterias modificadas genéticamente para producir las sustancias necesarias.
Algunos ejemplos de medicamentos biológicos son:
- Insulina, utilizada en el tratamiento de la diabetes.
- Anticuerpos monoclonales, utilizados en el tratamiento del cáncer y las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide.
Estos medicamentos tienen la ventaja de ser altamente específicos en su acción y tener menos efectos secundarios en comparación con otros medicamentos convencionales.
Sin embargo, también pueden ser más costosos de producir y requerir condiciones especiales de almacenamiento y administración.
Tipos de medicamentos biológicos
Existen varios tipos de medicamentos biológicos, que se diferencian según su origen y el tipo de moléculas que contienen. Algunos de los tipos de medicamentos biológicos más comunes incluyen:
1. Anticuerpos monoclonales: Son proteínas producidas en laboratorios que se diseñan para imitar la acción de los anticuerpos naturales del sistema inmunológico. Se utilizan para tratar diversas enfermedades, como el cáncer, enfermedades autoinmunes y trastornos inflamatorios.
2. Proteínas de fusión: Son proteínas que se crean fusionando dos o más proteínas diferentes. Se utilizan para tratar enfermedades como la leucemia y algunos tipos de cáncer.
3. Células y tejidos vivos: Se utilizan células o tejidos vivos para tratar enfermedades. Por ejemplo, en el trasplante de médula ósea se utilizan células madre para reemplazar las células dañadas o enfermas en el cuerpo.
4. Terapia génica: Consiste en la inserción de material genético en las células del cuerpo para tratar enfermedades genéticas. Se utiliza para tratar enfermedades como la fibrosis quística y la distrofia muscular.
Es fundamental seguir las instrucciones del médico y recibir seguimiento regular mientras se está en tratamiento con medicamentos biológicos.
Por último, desde la Farmacia Mónica Romero os recordamos que dichos medicamentos deben ser prescritos y administrados por profesionales de la salud capacitados, ya que su uso inadecuado puede tener consecuencias negativas para el paciente.
#Monica Romero
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